Se puede hablar objetivamente de un evento de tango, desvinculandolo absolutamente del entorno maravilloso en el que a veces sucede o de los lazos afectivos entrañables que uno va forjando al reencontrarse una y otra vez con algunos de sus participes?En todo caso se puede hablar desde nuestra subjetividad, y mencionar lo más objetivamente posible las características de ese evento.
Bueno, esto es lo primero que se me ocurre al hablar del
Festival de Tango de Granada. http://www.eltango.com/Por segunda vez participé en esta, su vigésima edición, del 2008. Anteriormente había trabajado en el Festival en el 2003.
Hay que hacer una mención aparte a sus organizadores, que trabajan denodadamente para literalmente "llenar la ciudad de tango". No necesito nombrarlos, porque son muy conocidos, y su alma mater es el mismo organizador de las
Cumbres Mundiales de Tango. http://www.cumbredeltango.com/ Pero lo haré de cualquier manera porque creo que su trabajo merece ser reconocido incluso por quienes no tienen ningun contacto con el tango:
Horacio Rébora, su mano derecha
Miguel Mateos, y sus colaboradores desde Argentina,
Diego Rivarola y
Francisco Torne. Y todo el resto del equipo, que aportan su tiempo y energía sin límites para que todo funcione.
Es una tarea titánica la de lograr un festival como este donde todas las manifestaciones del tango están presentes, su música, su danza, su lírica....y hasta aquí, todo lo que hay en común con otros festivales...pero también su historia, su representación pictórica o fotográfica, su dimensión cultural, su manifestación concreta conectando ciudades y culturas diferentes, su impacto en lo social, e incluso su conexión con los estamentos políticos o de divulgación del conocimiento como ser las Universidades.
El Festival de Granada es todo esto y mucho más.
Un festival de contacto permanente entre el público y los artistas, no sólo a través de los grandes escenarios, sino bajándose de ellos y arribando a las plazas, a los barrios, y llegando incluso a quienes nunca se han enfrentado antes con el tango. La magia del tango envuelve a Granada, y desde esa magia se inicia un diálogo entre el tango y el flamenco, nunca tan bien representado como el encuentro entre
Horacio Ferrer y
Enrique Morente reiterado en esta edición, donde ambos tienen tanto para decirse, diálogo desde el cual ambas expresiones se enriquecen. Porque como bien sostuvo la presentadora del Festival, una cultura que bebe sólo de su propia fuente se empobrece....
Hasta aquí, lo objetivo, mi modesta y humilde visión como bailarina de tango contratada para participar en el festival...